Wiruk nació en un contexto extremo: un proyecto que no tenía margen de error, sin plan escrito, sin posibilidad de cobrar… a menos que entregáramos resultados.
Funcionó. Y desde entonces, solo trabajamos así: problemas reales → soluciones reales → impacto medible.
Caminamos al lado de quienes entienden que el éxito no se vende en presentaciones: se mide en operaciones, en resultados, en crecimiento.